2006 significará el 98 cumpleaños de Moisés Lebensohn.
Nació en Bahía Blanca y desarrolló su profesión de abogado y legislador desde el Junín bonaerense. Allí fundó el diario “Democracia”, hoy vigente.
Junto a Sabattini, Balbín, Del Mazo y Frondizi concibió el Movimiento de Intransigencia y Renovación, que en 1946 los llevara a la dirigencia de la UCR. Expusieron sus propósitos de soberanía económica, planificación estatal y equidad social.
Presidió el Comité bonaerense en 1949, ejerciendo ese año la titularidad del bloque de diputados radicales. En esa función llevó a cabo una destacada tarea en la Convención constituyente apoyando los cambios sociales en progreso de los desposeídos.
De él dijo Raúl R. Alfonsín: “Ese extraordinario luchador por la democracia, la justicia social y la lucha contra la presión internacional, cobra en la actualidad más fuerza que nunca ante los desmanes imperiales del gobierno de los Estados Unidos y la opresión inadmisible que vienen sufriendo los países que se oponen a su oprobiosa estrategia”.
Lebensohn murió a los 44 años, el 13 de junio de 1953. "No debo morir", decía en su lecho final. No parece que el Partido Radical de hoy esté recordando sinceramente los deberes que se imponía el alma agitada de Lebensohn, ni mucho menos recogiendo su mensaje. Más bien su dirigencia lo está suicidando. Poco interesa, porque Lebensohn supera de lejos la decadente conducción de un partido que perdió su rumbo y envejeció en su propia laxitud quedantista. Nunca fue una figura cómoda para los dirigentes enquistados.
Sin embargo, y eso es lo que importa, para las jóvenes generaciones su prédica y su modelo de vida, de severo compromiso público, registran una actualidad sorprendente.
En homenaje al político y periodista bahiense, Juventud Radical y Franja Morada sostienen el Instituto de Pensamiento y Formación Moisés Lebensohn (www.institutolebensohn.org.ar). Por otra parte, ha cumplido veinte años el Ateneo que lleva el nombre del autor de Profesión de Fe Doctrinaria.