domingo, julio 03, 2011

El lujo imperdible


Ricardo Luis tiene 59. Terminó abogacía en la UBA. Se alejó de la política en el 2004, cuando Amparo, su niña, murió trágicamente al caer un ventanal en su colegio. Volvió cinco años después, convencido de ocupar la Presidencia en 2011.
Tiene desventaja contra el inmenso e inestable esqueleto oficial. Va a ganar en la segunda vuelta.
Es el único de los descendientes de RA (hasta hoy) que se apasionó con el imborrable camino que marcó su Papá.
Eligió aliarse en nuestra Provincia al carismático y poderoso Francisco de Narváez (quien derrotó a N.C.K. en Buenos Aires en las elecciones anteriores). Llevó al cuñado de Ernesto Sabato, a Javier González Fraga, a completar la fórmula presidencial de la Unión para el Desarrollo Social. De esta asociación participan los gremialistas de la CGT Azul y Blanca que lideran Petroleros Privados y del Vidrio. Sólo Fredy Storani se mantiene alejado de la Unión (entre los que tienen que estar).

RLA ha prometido:
Estimular la expansión de servicios informáticos y de la industria del software; la ley de incentivo industrial apoyando desarrollos regionales; promover un régimen fiscal que incentive las exportaciones de lo producido en las economías regionales; reducir y segmentar las retenciones a las exportaciones agropecuarias; ley PyME, como motor de la creación de empleo formal y vía de incremento de su participación en el comercio internacional; soberanía económica para las provincias y sanción definitiva de la Ley de Coparticipación Federal.

Ricardo es nieto de almaceneros (por los Arrechea, los Foulkes, los Alfonsín y los Iriarte). Reconoce la influencia de Ludolfo Paramio, Norberto Bobbio y Robert Dahl en la maduración de sus ideas.
Está casado con Cecilia Plorutti, con quien tuvo cuatro hijos: Lucía, Marcos, Ricardo y Amparo.