sábado, abril 29, 2006

Confesiones geniales: George Clooney

De la lista de favoritos de la Casa Blanca y de un cierto Hollywood se me eliminó ya cuando presenté en la Berlinale mi primera película como director, Confesiones de una mente peligrosa y me sumé allí y en Londres a las manifestaciones contra la segunda guerra contra Irak. Se crearon páginas web para insultarme y en algunos debates televisivos el tema era si mi carrera se había acabado.

Todo aquello fue lo que me incitó a sentarme a escribir Buenas noches, y buena suerte, sobre la era McCarthy, acerca de cómo el miedo se instrumenta para sofocar los derechos de la ciudadanía y la libertad de expresión... Yo me considero el primer patriota de mi país, que fue fundado en las libertades civiles y el deber ciudadano de cuestionar las decisiones gubernamentales y debatirlas abiertamente.

Soy un norteamericano orgulloso de serlo y patriota, por eso hago estas películas: para cuestionar ciertas cosas que considero inaceptables.” Tres Reyes sería imposible de realizar ahora. Hasta el ejército nos apoyó entonces. Hoy, todo resulta verdaderamente difícil. Para estas dos películas, Syriana y Buenas Noches…, nadie nos ha echado un cable. Todo el mundo parecía petrificado ante un Gobierno todopoderoso que esgrimía el patriotismo para la guerra y la lucha contra el terrorismo y el nombre de Dios de su lado, Biblia en mano. “Todas las presidencias se han sometido al escrutinio público, mientras la del tipo que está ahora en la Casa Blanca, no.

Pero llegó la maldición del Katrina, la brutal desidia y el desinterés de un Gobierno de vacaciones mientras la gente de Nueva Orleans se ahogaba y de repente, la Administración se vio obligada a someterse a las cuestiones de la prensa y la opinión pública. Así se han podido cuestionar otras cosas sin sonar a antiamericano.” Syriana, debut en la dirección del guionista de Traffic, Stephen Gaghan, narra la peripecia del veterano agente de la CIA Bob Barnes (un Clooney casi irreconocible con barba canosa y 15 kilos de sobrepeso) al que se le encomienda un último “trabajo” de campo antes de un retiro a labores burocráticas. Nada menos que asesinar al príncipe árabe Nasir, dado que sus negociaciones petrolíferas con una compañía china perjudican los intereses estadounidenses en la zona.

El atentado resulta fallido y Barnes descubre que es abandonado por la Agencia a la que ha dado su vida. En los intrincados sucesos posteriores, Barnes sabe amargamente que no ha sido más que el peón mal informado de un juego inmenso, el primero, la política petrolífera de su país. Rodamos hace tiempo y sólo durante 74 días, pero el proceso de postproducción resultó complejo y lento.

El terrorismo ha existido desde hace decenas de años, los malentendidos entre distintas culturas, también. Así como los radicalismos, la intolerancia y la ira soterrada no han surgido durante el Gobierno Bush pero sí se han exacerbado. Y ahora llegan las noticias de las escuchas telefónicas a mis conciudadanos, sin permisos judiciales, en la más completa ilegalidad, las consecuencias de las publicaciones de las caricaturas del Profeta... En Buenas Noches, Buena Suerte la historia se inspira en el periodista Edward R. Murrow, que en los años 50 se enfrentó en las cámaras al terrorífico senador Joseph McCarthy, artífice de la “caza de brujas”.

El filme, rodado en blanco y negro, aspiraba a seis estatuillas. Ha recaudado solo en Estados Unidos más de 25 millones de dólares a partir de un mínimo presupuesto de ocho. Asegura Clooney que esta película, que ha escrito, dirigido y co-protagonizado por una compensación monetaria de un dólar, es el homenaje a quien considera el máximo inspirador de su vida y carrera, el ya retirado periodista Nick Clooney, su padre. Él me educó en la política y en la responsabilidad de manejar la información. Me llevaba a menudo a las diversas estaciones de radio donde trabajó: crecí prácticamente allí. Había muy pocas cadenas de televisión entonces, y escuchábamos los excelentes noticiarios. Después, toda la familia discutía los asuntos del día.

Mis padres nos animaban a pensar. Toda su vida profesional trató de hacer un periodismo serio y responsable, algo entre la información y el entretenimiento. Esa fue su lucha y su época y me pareció justo levantar testimonio de aquella época. Murrow murió de forma prematura y yo nací después, pero mi padre me contó todo acerca de aquel hombre y para mí, de pequeño, fue una especie de héroe de corte romántico, alguien que reprodujo la historia de David contra Goliat. Esta película ha sido desde el principio un proyecto personal y político para mí. Desde Murrow, no ha habido nadie como él. “McCarthy hacía acusaciones de comunistas sin pruebas y Murrow simplemente defendió la opinión de que cualquier acusación debía sustentarse en la defensa ante el acusador de sus propias víctimas. Era un hombre muy elocuente, íntegro y tenaz.

Creo que fue el mejor periodista que ha tenido nuestro país en su historia.” Murrow dice en la película: “no podemos instaurar la libertad en otro país si la sofocamos en el nuestro”. Fueron pronunciadas hace 50 años pero resultan estremecedoramente actuales. Lamentablemente eso hace que esta película sea necesaria para abrir debates cuando nuestros conciudadanos son escuchados ilegalmente, cuando vemos las fotos de los sucesos de Abu Graib, cuando se encierra durante años y sin pruebas a civiles en Guantánamo... Este es un tiempo triste en cuanto a las libertades civiles. No podemos defender la libertad en otros países si no lo hacemos en casa.

martes, abril 25, 2006

Allende y los muertos con Vida


Respaldado por su propio, formidable archivo de imágenes, proveniente de sus filmes anteriores, y con entrevistas actuales a los viejos fundadores del Partido Socialista, a los ex dirigentes de la Unidad Popular y a jóvenes trabajadores que no llegaron a vivir aquella época pero la añoran, Patricio Guzmán va tejiendo la trama de la vida de un hombre indisolublemente ligado a su pueblo. Lo singular del film, sin embargo, es que no elige el camino de la biografía convencional, plena de fechas y datos (que hubiera sido el más obvio), ni mucho menos el de la tradicional hagiografía del mártir (que hubiera sido el más fácil).

En Salvador Allende no se trata de construir un San Salvador, sino de ofrecer una mirada personal, subjetiva (de un testigo privilegiado, es cierto) sobre ese hombre tan rico, tan diverso y tan complejo que aun a más de treinta años de su muerte nadie parece poder reducirlo una única definición. Si hasta sus amigos y colaboradores más cercanos se contradicen cuando quieren precisar su praxis política, nutrida tanto del marxismo como de la utopía anarcolibertaria y el republicanismo francés.

El filme ―exhibido fuera de competencia en el Festival de Cannes 2004― se permite incluso el disenso con Allende, desde adentro mismo de sus filas: hay quienes se preguntan si no hubiera sido mejor sacar a las milicias obreras a la calle frente a la inminencia del golpe militar de Pinochet; o qué hubiera sucedido si el presidente, en vez de resistir inútilmente en el Palacio de la Moneda, hubiera formado un gobierno en el exilio. Pero sobre todo, como dice Volodia Teitelbaum, ex senador por la UP y uno de sus más estrechos colaboradores, el filme es “en el momento en que Allende está silenciado en su propia patria, un golpe a la conciencia de Chile”.

En un país que, como dice Guzmán desde su sobria, discreta voz en off, “impuso al dinero y al consumo como único valor”, la figura de Allende ―y, por carácter transitivo, la película toda, pensada con ese fin― viene a sacudir el conformismo de una sociedad con mala conciencia, que le cierra literalmente las puertas a un pasado incómodo. En este sentido, es reveladora la secuencia en la que Guzmán recorre las casas vecinas a la que fuera la residencia presidencial de Allende ―hoy convertida en un hogar de ancianos de la Fuerza Aérea― y va preguntando si alguien fue testigo de su destrucción y su saqueo, para encontrar sólo negativas y portazos en la cara.

Entre el valiosísimo material de archivo que contiene Salvador Allende, se destacan un visionario discurso en la ONU, donde el presidente ya entonces denunciaba la voracidad económica y política de las empresas transnacionales (un discurso que le valió la condena a muerte de los Estados Unidos, como lo reconoce el ex embajador norteamericano en Santiago, Edward Korry) y una toma en su momento famosa: el instante en el que el cameraman argentino Leonardo Henrikssen filma su propia ejecución, cuando un carabinero chileno, en una revuelta previa al golpe, le dispara sin complejos, a sangre fría.

“El suicidio de Allende fue un acto libre”, reflexiona Guzmán en el film, mientras se ve al Palacio de la Moneda en llamas. “No fue romántico ni desesperado, fue un acto realista, que nos indica que la política no debe inclinarse ante lo imposible”. Desde una posición que no ignora la derrota (de un hombre, de un proyecto, de una sociedad), Salvador Allende sin embargo viene ahora a reivindicar ese imposible, como lo hace el poeta Gonzalo Millán en el poema que cierra el filme: levantando a los muertos de sus tumbas hasta devolverles la vida.

sábado, abril 22, 2006

Pedacitos de gente

“Mi amigo vivía en una villa muy cerca de la cancha. El boludo se mandó una cagada y terminó quedándose con un vuelto”, nos confesaba un taxista porteño, urgido de hacer ese comentario.

“Lo cortaron en pedazos y se los tiraron en la casita que ocupaba la familia”, detalló. “Ahí están totalmente organizados: arrancan en la hoja de coca y te la entregan terminada”, explicó convencido.

“En los pasillos de esa villa tienen cámaras que junan a todos los que andan”, aseguró volviendo a mirarme por el retrovisor.

Me quedé con una angustia que me ayudaba a imaginar que se nos puede partir el país, como pasó en Colombia. El poder de manejo de la mafia (o las mafias, no sé) es aterrador.

Pensé qué podrá pasar. Habrá que enfrentarlos con el ejército. Va a haber sangre, secuestros, desapariciones, como en Colombia. Allá, como en otros lados (en España, según decían en televisión) hay un Estado aparte del legítimo. Tiene sus leyes, sus fuerzas, sus jueces. Todos los drogadictos, de una vez o más tarde, caen en él. Y con ese descomunal plafón de recursos financieros y capacidad corruptiva van pudriendo lo deseable (por lo menos, aquello que se anhela cuando se tiene los hijos o los hermanos de uno y se pretende su seguridad).

¡Cuál será la forma más propicia de combatir y anular ese peligro inminente?

Si la prohibición de consumir drogas se mantiene, quizá ninguna.

Es que prohibir da pie a la corrupción. Todo aquello que se impide genera, a la corta a o a la larga, una vía irregular, ilegítima que busca responder a esa demanda.

¿De qué sirven, si no, las prohibiciones de vender alcohol a menores? ¿O de ejercer la prostitución?

Países típícamente adelantados en los desarrollos democráticos, como Holanda, están barriendo con los impedimentos legales. Porque no llevan a nada. Porque originan negocios turbios para beneficio de los que se burlan de la ley.

La forma más clara de frenar o borrar la perversión de los que medran con lo prohibido es anular esos impedimentos. Que los estupefacientes (o sea, materiales que sirven para estupidizar, según su etimología) se vendan en farmacias o se entreguen gratuitamente en hospitales. Que los borrachos aparezcan a la luz del día y carguen con la vergüenza de sus debilidades. Que quienes estén dispuestos a alquilar cuerpo y alma lo hagan a las claras y de frente. Y sin enriquecer a sus explotadores.

Necesitamos marchar hacia la claridad, demoliendo hipocresías.

¿No será que los que empujan para crear cada vez más prohibiciones y controles son los que están progresando con la vileza de su comercio clandestino?
Autor: Julio Raitzin

lunes, abril 17, 2006

Se quejaron por la “inseguridad jurídica”, acusaron al Gobierno por no tener “un plan”, despotricaron por el congelamiento de tarifas, bramaron contra las retenciones a las exportaciones y resistieron aumentos salariales. Sin embargo, las principales empresas nacionales y extranjeras que operan en el país no paran de ganar dinero. los balances de las compañías que cotizan en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires muestran que 2005 reportó fuertes ganancias para la mayoría de las firmas sin distinción de sectores. Las metalúrgicas y las petroleras fueron las más beneficiadas por el mantenimiento de un tipo de cambio competitivo y la suba de los precios internacionales de los insumos que comercializan. También ganaron las privatizadas, los bancos, las compañías vinculadas al boom de la construcción, las textiles y las fábricas de calzado. En 2004 el 57 por ciento de las empresas había obtenido ganancias, mientras que el año pasado ese porcentaje se elevó al 77 por ciento. Todas se beneficiaron en mayor o menor medida con la reactivación económica.

Metalúrgicas
Tenaris logró un crecimiento espectacular en 2005. La multinacional del Grupo Techint facturó 6736 millones de dólares, 62,8 por ciento más que el año anterior. El mayor ingreso provino de la venta de tubos sin costura para la industria petrolera, que registraron un crecimiento especialmente fuerte en Medio Oriente y Africa. Además, las ventas de tubos con costura crecieron 143 por ciento por la construcción de gasoductos en Brasil y Argentina y por mayores precios de venta promedio. El resultado operativo arrojó una ganancia de 1948 millones de dólares, 140 por ciento superior a 2004. La presentación del balance generó euforia en la Bolsa elevando su cotización. El último informe de la sociedad de bolsa Allaria Ledesma destaca que en 2006 la compañía podría ampliar aún más sus márgenes de ganancia, ya que proyecta invertir 400 millones de pesos para aumentar el valor agregado de sus productos.
Acindar, la otra gran siderúrgica del país, también creció, aunque en un nivel más moderado comparado con el 2004, cuando sus acciones subieron 164 por ciento. En 2005 vendió un 20 por ciento más debido a la fuerte demanda del mercado interno y de China. La compañía, propiedad de Belgo Mineira, facturó 2543 millones de pesos y obtuvo una ganancia neta de 550 millones.
Por su parte, Siderar, la mayor fabricante de chapas del país, también propiedad del Grupo Techint, obtuvo una ganancia neta de 1164 millones de pesos por el crecimiento de la demanda china y la recuperación de la industria automotriz y el sector de la construcción. Las ventas al mercado interno totalizaron 1,6 millón de toneladas (4 por ciento más que en 2004), mientras que las exportaciones crecieron 9 por ciento, para llegar a 665 mil toneladas. El 42 por ciento de las ventas se despacharon a Europa, el 31 a Latinoamérica y el resto se distribuyó entre Norteamérica, Asia y Africa.
La productora de aluminio Aluar también estuvo de festejo. Sus ventas se incrementaron un 17 por ciento y obtuvo una ganancia neta de 355 millones de pesos, 6 por ciento más que el año anterior y 298 por ciento más que en 2002. El 70 por ciento de su producción es exportada, principalmente a Estados Unidos, Unión Europea y Asia. Ni siquiera en el peor momento de la crisis entró en default. Sin embargo, el año pasado recibió un beneficio fiscal por 690 millones de pesos otorgado por el Gobierno.

Petroleras
Junto con las metalúrgicas, son las grandes ganadoras de la postconvertibilidad. El año pasado las principales compañías del sector incrementaron sus ganancias por la suba internacional del petróleo. El precio promedio del barril de crudo era de 31,07 dólares en 2003. Un año después llegó a 41,40 y en 2005 promedió 56,58 dólares. Más allá de las retenciones, que llegan al 45 por ciento, las ganancias son notables porque se calcula que el costo de extracción es de 6 dólares por barril. Además, el año pasado se autorizó un aumento del precio del gas natural en boca de pozo. En el caso de Repsol-YPF esas ventajas le permitieron aumentar su ganancia neta un 9 por ciento, para llegar a 5337 millones de pesos. Pese a ello, la producción de crudo cayó 8 por ciento y la de gas, 5 por ciento. En el caso de Panamerican Energy las ventas crecieron un 42 por ciento y la ganancia llegó a 1104 millones, pero en un contexto de incrementos en la producción de hidrocarburos (3,1 por ciento) y de gas (6,2 por ciento). La tercera petrolera que más ganó fue Petrobras Energía, que acumuló 613 millones de pesos, fundamentalmente por la venta de petróleo crudo, aunque también obtuvo ganancias en la petroquímica y la electricidad.

Privatizadas
En este grupo, las principales ganadoras han sido las telefónicas. En sus balances queda claro por qué decidieron suspender las demandas en el Ciadi y comenzar a renegociar los contratos con el Gobierno. Los ingresos de Telefónica aumentaron de 2983 a 3367 millones de pesos en 2005 (12,9 por ciento), debido a un incremento en el consumo y a los precios de interconexión (el peaje que deben pagar para conectar a sus clientes las firmas que utilizan las redes de la compañía). Los ingresos por interconexión fueron los que más crecieron en términos absolutos y porcentuales al pasar de 388 a 517 millones (33,2 por ciento), debido a un aumento en el tráfico y a una suba en el precio, que se encuentra indexado por CER. Otro de los rubros que creció fuerte es “servicios especiales”, que pasó de 459 a 565 (23,1 por ciento). Allí se incluyen los abonos de Internet, que recaudaron 91 millones más debido a los usuarios de ADSL (banda ancha), que pasaron de 188.840 a 301.902 (60 por ciento). Además, se sumó la venta en noviembre de Telinver. La compañía pasó de una pérdida neta de 8 millones el año pasado a una ganancia de 767 millones, sin contabilizar los ingresos generados por Telefónica Móviles (Movistar) y Telefónica Data (soluciones para empresas).
Telecom, el otro gran jugador del mercado telefónico, también mejoró su situación de manera notable. Las ventas crecieron de 4494 a 5718 millones de pesos (27,2 por ciento). Eso se debió fundamentalmente a la telefonía celular, que generó 1067 millones extra, aunque también incidieron los ingresos por Internet e interconexión. Los gastos de explotación se incrementaron, pero igual la utilidad operativa creció de 400 a 504 millones y la utilidad neta llegó a 1334 millones debido al impacto positivo que generó la reestructuración de la deuda financiera. El 31 de agosto la compañía llegó a un acuerdo con sus acreedores y salió del default pagando 1340 millones de dólares y refinanciando otros 1700 millones.
Las gasíferas también obtuvieron buenos resultados. La distribuidora Metrogas ganó 28,4 millones de pesos, revirtiendo el balance negativo de 2004, cuando perdió 122,9 millones. La empresa informó cuando presentó sus números que “la variación positiva se debió principalmente a la ganancia registrada por las diferencias de cambio generadas por la deuda financiera en moneda extranjera (la apreciación del peso frente al euro), que no ha significado un aumento en la generación de fondos de la compañía”. Sin embargo, los datos muestran que la utilidad operativa, alcanzada antes de contabilizar los resultados financieros, subió de 58,5 a 82,6 millones (41,1 por ciento). Gas Ban también aumentó su facturación al pasar de 511a 559 millones de pesos, pero su ganancia neta quedó en apenas 6,5 millones de pesos debido a los malos resultados financieros.
Dentro de las privatizadas, otra de las ganadoras fue la eléctrica Transener, que incrementó su ganancia operativa de 32 a 62,3 millones (94,6 por ciento) debido al aumento de las tarifas reguladas y de los mayores ingresos en algunos segmentos desregulados. A su vez, los resultados financieros le permitieron llevar su ganancia neta a 612,1 millones.

Bancos
El sector financiero tuvo un año de fuerte recuperación. Macro Bansud incrementó sus ganancias de 192 a 263 millones (37 por ciento). Los ingresos generados por los títulos indexados por CER crecieron 107 por ciento, pero la mejora en los resultados se notó en todas las líneas por el mayor nivel de actividad, lo que se reflejó en el aumento interanual del margen de intermediación financiera que pasó de 295 a 447 millones. El desglose del rubro ingresos financieros permitió verificar una mayor incidencia que tienen los intereses por préstamos, que pasaron del 26,6 por ciento durante 2004 a 37,5 por ciento. Por su parte, el Banco Patagonia ganó 234,6 millones, con un crecimiento del 40 por ciento de su cartera de préstamos y del 30 por ciento en el volumen de depósitos del sector privado no financiero. Además, redujo su cartera irregular del 12 al 5,4 por ciento.

Construcción
El boom de la construcción se puede ver reflejado en los balances de las principales empresas del sector. Cementos Minetti aumentó las ventas de cemento Portland de 2,0 a 2,5 millones de toneladas (23,2 por ciento) y acumula una suba de 95,7 por ciento desde diciembre de 2002. El alza es explicada por la recuperación económica, ya que el 99,4 por ciento es destinado al mercado interno. La ganancia operativa trepó a 182 millones y la rentabilidad neta de la compañía creció de 60,9 a 96,5 millones de pesos (58,3 por ciento). La compañía Dycasa también incrementó su ganancia neta de 7,3 a 10,2 millones de pesos en 2005 (38,8 por ciento) debido al aumento de las obras públicas. Facturó 256,3 millones de pesos, de los cuales el 30,7 por ciento correspondieron a obras realizadas para el gobierno de la ciudad, el 31,3 por ciento para las provincias y el 16,8 restante para el gobierno nacional. La desagregación por especialidad muestra que los mayores recursos provinieron de obras de ingeniería (26,9 por ciento) e hidráulica (18,3). Por su parte, Cerámica San Lorenzo obtuvo una rentabilidad neta de 27,7 millones de pesos (1,9 por ciento más que en 2004), luego de descontar el impacto de los resultados financieros y el pago de impuestos. Los volúmenes de venta crecieron 7,2 por ciento, impulsados fundamentalmente por la demanda interna, ya que las exportaciones mostraron una leve disminución. Mientras que los costos subieron por aumentos al personal agremiado y el precio de la energía.

Calzado y textiles
Alpargatas logró salir de la crisis y el año pasado facturó 395,9 millones de pesos (27 por ciento más que en 2004), debido a un crecimiento en calzados (34 por ciento), textiles (21) y el canal minorista (17 por ciento). La compañía obtuvo por primera vez en varios años un resultado operativo positivo de 9,8 millones de pesos, frente a una pérdida de 3,1 en 2004. A su vez, los resultados financieros arrojaron una ganancia neta de 31,1 millones, debido a la reestructuración de su deuda. Así pasó de una pérdida neta de 37 millones a una ganancia de 40 millones de pesos.
Por su parte, la fabricante de calzados Grimoldi incrementó sus ingresos 22 por ciento (hasta llegar a 124,2 millones de pesos), debido al aumento de precios y a “la continua evolución del consumidor hacia productos de mayor calidad y precio”. Su rentabilidad neta subió de 1,9 a 4,2 millones (118 por ciento).

Otros
Por fuera de los sectores analizados, el dato llamativo lo aportó Cablevisión, que en 2004 había declarado una pérdida de 320 millones de pesos y el año pasado sorprendió al lograr una ganancia de 2042 millones. El resultado se explica fundamentalmente por la reestructuración de su deuda, que le permitió revertir un resultado financiero desastroso. Sin embargo, la utilidad operativa creció un 73 por ciento para llegar a casi 200 millones de pesos debido al incremento en la cantidad de abonados, la suba en la tarifa y los mayores ingresos que generó Fibertel.
La mayoría de las compañías atravesó uno de sus mejores años, y las proyecciones para el futuro inmediato también son alentadoras. Atrás quedaron la recesión, el default, los despidos y los cierres. Ahora acumulan billetes y patalean cuando la discusión por los salarios amenaza con recortar sus márgenes, pues saben que, como decía Discépolo, para ganar también hay que llorar.

Fuente: CASH (Página/12)

martes, abril 11, 2006

martes, abril 04, 2006

Vacío político


Los partidos, entes fundamentales del desenvolvimiento de nuestra forma de (pretendida) democracia, casi no existen. Su rol ha sido borrado mediante el dominio de los medios de comunicación: se ha desacreditado el sistema partidista y bañado de desconfianza y desprecio a sus actores, los políticos.
La función primordial de los partidos en nuestro esquema social: proponer programas, generar dirigentes, alentar a la militancia, está disuelta.
La genuina intermediación entre los reclamos y pareceres de la base social y las autoridades está rota. Ese papel lo cumplen los medios de comunicación, malinformando, desvirtuando, redirigiendo la atención de lo principal a lo subalterno.
La gestión gremial, la acción empresarial y la energía universitaria (o, intelectual) cedieron su responsabilidad en la generación de dirigentes, saturados de pretensiones sectoriales y ya en un largo y dañino desencuentro con los gobiernos.
Los cuerpos de la sociedad no tienen representación política. Las figuras que se exhiben electoralmente son individualidades con marketing o con ocultos apoyos económicos y financieros.
La cuestión es recuperar urgentemente la vida partidaria.
¿Se podrá bajo las formas ya conocidas? Mostramos unas pocas agrupaciones históricas (con mucho más pasado que presente) y algunas expresiones provinciales o vecinales que alcanzan para imprimir boletas con pretensiosos (desconocidos) de siempre.
Los partidos que necesita un esquema democrático requieren sólida representatividad. Hasta no hace mucho podíamos encontrar el día de elecciones al PJ (en si o sus mutantes), a la UCR, a desgloses de ese radicalismo y a expresiones convocantes más netamente de derecha e izquierda.
Eso, así, no le sirve a la democracia.
Lo deseable es elegir por mayoría programas (o sea, metas y estrategias) y la gente que los lleve a cabo (en su ejecución y su control), que dicte las leyes correspondientes a los caminos votados y que dé soporte y legitimidad a los responsables del poder judicial.
El tema es, entonces, contar con partidos que exhiban objetivos y métodos alternativos. Y esas diferencias tienen que responder a los intereses que dinamizan a la sociedad. Las propuestas tienen que hacer eje en distinciones sustanciales.
Las opciones que se podrían componer hoy están en función de estas condiciones:
1- Inserción internacional: adherir al imperio o conformar un bloque alternativo.
2- Federalizar el poder constitucional reforzando aquellos de las provincias (a la vez, potenciar las representatividades a nivel de las comunas) o sostener el esquema actual de altísima concentración presidencial.

Es probable que en estos ejes se agote el cuadro de programas alternativos. Cada uno de ellos engloba diversos conceptos, como ser:
En 1-, fortalecer el Mercosur yendo al equilibrio de posibilidades entre todos los países integrantes. Firmar una estrategia común extraMercosur y encaminarse al potenciamiento productivo y a la recuperación del consumo popular.
En 2-, concretar la función del Presidente como mandatario y administrador de los designios provinciales, adaptando las plataformas electorales de modo de reforzar las autonomías del interior. ¿Por qué el gabinete nacional no debería ser aprobado por los gobernadores?
Además, replantear la democracia en sus bases genuinas, es decir, los intereses vecinales, respondidos desde las autoridades comunales y transmitidos al poder provincial. Asimismo, descentralizar las estructuras de seguridad y los esquemas impositivos, otorgando a las comunas más herramientas de generación de empleo y producción.
Este punto encierra la disyuntiva expresada en 1-: se trata de reacomodar la estructura productiva dejándola a criterio del capital monopólico o decidirse por una economía de orientación pública, con gobiernos que diseñen metas y caminos comprometiendo las posibilidades del interior.