domingo, febrero 26, 2012

Economía: mitos y realidades


El fin esencial de la política económica es aplicar los conceptos de la teoría a los desafíos que impone la realidad.
Capitalismo y socialismo son modelos que ayudan a etiquetar la práctica política según predomine la empresa privada o la pública respectivamente.
Cuba es un ejemplo de dominación de los recursos por parte del administrador público, combinado con la asociación de activos propiedad de privados.

EEUU de Norte América son el otro extremo, asumiendo el poder ejecutivo la administración de la defensa (y el ataque), de algunos medios de salud, del gasto de justicia, etc. Son decisiones de grupos particulares las que resuelven principalmente en materia de producción y reparto de bienes y servicios.
Pero no es ése el tema central de la economía dado que en ambos modelos el fin esencial es la satisfacción de gustos y necesidades de la población. Por lo tanto, los objetivos políticos tienen  que ver con el bienestar y la  solución de los problemas que aquejen la vida social.
Esa es la meta insoslayable de la generación y distribución de los frutos de la naturaleza, la industria y el arte. Todos, impulsados por el intelecto cuya potenciación colectiva es requisito ineludible. Crear, organizar, adecuar y modificar las formas de llegar a esa satisfacción popular es el objetivo de la sociedad.
La democracia es el resultado del equilibrio y el progreso con el cual una nación provee de justicia equitativamente a sus habitantes. Dejemos en claro que no habrá democracia estable en un territorio mientras su entorno no logre también ese propósito.
La democracia se edifica a partir de la acción mancomunada en partidos políticos. Tienen la función de descubrir  y transmitir las necesidades regionales y proponer las soluciones haciendo que el ambiente provincial y consecuentemente el nacional sean resumen y estructuración de sus hallazgos.

Cada región debe empujar para que sus casas de estudio elaboren diagnósticos y conjuntamente con el cuadro de fuerzas representativas elaboren alternativas.
Otra vez: la meta esencial de la  política es el bienestar que conlleva la equidad y la convivencia pacífica. Siendo la Familia la célula básica de las sociedades, es el motivo central de la gestión pública y privada.


Como señalamos en www.democraneos.blogspot.com, sucesos amargos como el reciente desastre de Once llaman a la sociedad a reparar sin ambages el sufrimiento y las penurias de quienes fueron afectados directamente o no por la irresponsabilidad de funcionarios del Estado y de la empresa privada.