Con una SIDE a favor del Ejecutivo, la intención de democracia es una hipocresía. Ya charlamos de eso. La inteligencia como recurso preventivo del Estado no puede salir de la órbita de los jueces y debe ser llevada a cabo por la policía, auxiliar legítimo del poder arbitral.
Ese profundo defecto de nuestra ingeniería pro democrática alcanza una altura de riesgo muy parecida a la que originan las apretadas sindicales (dejamos de lado las de cierto sector del PEN, del que también se habló).
Es inaceptable que un sindicato amenace con o imponga medidas de fuerza (como las que distinguen actualmente al gremio moyanista). El recurso de la huelga tiene que derivar a una mesa de diálogo donde se procure recomponer equilibrios dañados.
La prepotencia podrá ser respondida con violencia o represión y esas acciones sólo conducen a más inestabilidad social.
Quizá sea injustificable el derecho al paro movilizado por un sector individual. La huelga no es sólo la trompada al rostro de los empresarios sino que afecta a a los otros ámbitos ligados: laborales, sociales, políticos. El derecho al paro debe ser recurso de todo el movimiento obrero en conjunto y no debe perder el cauce del diálogo con los interesados en la situación.
A estas horas se propala que Facebook vale unos cien mil millones de dólares. Aparece dos lugares más abajo de lo que valdría Microsoft. Terrible. El sistema de capitalismo corrupto ha dejado crecer globalmente grupos imperiales más poderosos que los Estados legítimos. No es momento de debilitar a las instituciones. Es tarea de todos defender el camino a la democracia para proveer a la justicia y la libertad por la que tanta sangre y tanta materia gris se ha dilapidado.
Notas de interés sociopolítico acerca de los caminos de fortalecimiento de la democracia. Incorporemos la fenomenología del poder a las disciplinas de interés humanista.
martes, enero 31, 2012
miércoles, enero 18, 2012
Parálisis
Vivimos un proceso de cambios políticos y sociales.
Se ha caracterizado a la estrategia del actual gobierno como populismo, fundamentándola en la demagogia, el clientelismo, el crecimiento desmesurado del aparato público, la vocación conflictiva, la concentración de riqueza y poder, el cultivo dinástico del mandato y la progresiva destrucción de la clase media.
Por lo tanto, populismo es lo contrario a toda pretensión de democracia.
Venezuela vive un devenir similar. Aparte, no hay algo parecido en Sudamérica.
Este es el punto de partida del 2012.
Se ha consolidado un programa en el que un grupo dominante, que afirmó su autoridad sobre cuantiosos recursos financieros, se asoció a sectores sindicalistas y empresarios beneficiados con el curso asumido. Especuladores de adentro y de afuera supieron ver en la confusión cuál era la forma de abordar el poder.
Esperamos cómo se desenvolverán las cosas con las próximas paritarias y sus efectos reales en la capacidad económica básica.
Por ahora, el consumismo anhelado por las autoridades se va desinflando por los aumentos persistentes y generales de los precios y la incapacidad de regeneración de crédito de las familias. La suerte de la temporada estival va mostrando ese curso.
Los cambios posibles no son probables (como diría M. Aguinis). 2012 será un desafío mayor para el establishment.
Se ha caracterizado a la estrategia del actual gobierno como populismo, fundamentándola en la demagogia, el clientelismo, el crecimiento desmesurado del aparato público, la vocación conflictiva, la concentración de riqueza y poder, el cultivo dinástico del mandato y la progresiva destrucción de la clase media.
Por lo tanto, populismo es lo contrario a toda pretensión de democracia.
Venezuela vive un devenir similar. Aparte, no hay algo parecido en Sudamérica.
Este es el punto de partida del 2012.
Se ha consolidado un programa en el que un grupo dominante, que afirmó su autoridad sobre cuantiosos recursos financieros, se asoció a sectores sindicalistas y empresarios beneficiados con el curso asumido. Especuladores de adentro y de afuera supieron ver en la confusión cuál era la forma de abordar el poder.
Esperamos cómo se desenvolverán las cosas con las próximas paritarias y sus efectos reales en la capacidad económica básica.
Por ahora, el consumismo anhelado por las autoridades se va desinflando por los aumentos persistentes y generales de los precios y la incapacidad de regeneración de crédito de las familias. La suerte de la temporada estival va mostrando ese curso.
Los cambios posibles no son probables (como diría M. Aguinis). 2012 será un desafío mayor para el establishment.
domingo, enero 15, 2012
Visita inexplicable
El presidente iraní visitó a algunos jefes de Estado sudamericanos a lo largo de la semana pasada.
Es difícil encontrar explicaciones claras sobre las razones que motivaron el periplo del eterno negador del Holocausto nazi.
Por un lado se habla de la búsqueda de nuevos aliados para el apretado líder asiático, compelido por sus decisiones en materia de progresos nucleares.
Venezuela, Nicaragua, Ecuador y Cuba fueron sede de su presencia (interlocutor mediante y, se espera, honesto).
Hasta mantuvo una charla cerrada de dos horas con Fidel, a quien se ve muy animoso.
Los motivos de las invitaciones tampoco son claramente imaginables. Se puede llegar a pensar en irritar al imperio (riesgoso; más ahora, que se retira de Iraq).
Los analistas más valiosos se muestran confundidos e incrédulos. Dante M. Caputo escribe en "Perfil":
Llegado a este punto, es legítimo preguntarse –sólo porque la cuestión se sitúa en plano de los intereses– si efectivamente esta visita es útil, es decir, si sus beneficios son mayores que sus costos. Del lado de los beneficios que calculan los que se congregan existen básicamente dos. Por un lado, la formación de un frente común con otros países que se enfrentan al imperio. Por otro lado, lo razonable es imaginar que las ventajas son también económicas. Irán es un gran exportador de petróleo que precisa evitar el aislamiento y puede –en consecuencia– traer dinero a América latina.
Como esto me lo dijo uno de los altos dirigentes de uno de los países que visitaría el presidente iraní, el argumento no es sólo especulativo.
¿Y del otro lado de la balanza? Desafortunadamente el costo puede ser alto. Irán está, como todos sabemos, en el centro de las cuestiones de seguridad internacional. Su plan nuclear ha generado sanciones unánimes de Occidente. En varias ocasiones, se aludió incluso al uso de la fuerza para detener el desarrollo nuclear iraní.
En el texto, el ex Canciller resalta la represión a la que está habituado el gobierno persa, que no cuenta con un apreciable equilibrio interno (sobre todo por la desigualdad de géneros).
Hay que ver qué pasará. Hoy, el planeta divaga entre intereses y principios (en desigual medida, obviamente)
Es difícil encontrar explicaciones claras sobre las razones que motivaron el periplo del eterno negador del Holocausto nazi.
Por un lado se habla de la búsqueda de nuevos aliados para el apretado líder asiático, compelido por sus decisiones en materia de progresos nucleares.
Venezuela, Nicaragua, Ecuador y Cuba fueron sede de su presencia (interlocutor mediante y, se espera, honesto).
Hasta mantuvo una charla cerrada de dos horas con Fidel, a quien se ve muy animoso.
Los motivos de las invitaciones tampoco son claramente imaginables. Se puede llegar a pensar en irritar al imperio (riesgoso; más ahora, que se retira de Iraq).
Los analistas más valiosos se muestran confundidos e incrédulos. Dante M. Caputo escribe en "Perfil":
Llegado a este punto, es legítimo preguntarse –sólo porque la cuestión se sitúa en plano de los intereses– si efectivamente esta visita es útil, es decir, si sus beneficios son mayores que sus costos. Del lado de los beneficios que calculan los que se congregan existen básicamente dos. Por un lado, la formación de un frente común con otros países que se enfrentan al imperio. Por otro lado, lo razonable es imaginar que las ventajas son también económicas. Irán es un gran exportador de petróleo que precisa evitar el aislamiento y puede –en consecuencia– traer dinero a América latina.
Como esto me lo dijo uno de los altos dirigentes de uno de los países que visitaría el presidente iraní, el argumento no es sólo especulativo.
¿Y del otro lado de la balanza? Desafortunadamente el costo puede ser alto. Irán está, como todos sabemos, en el centro de las cuestiones de seguridad internacional. Su plan nuclear ha generado sanciones unánimes de Occidente. En varias ocasiones, se aludió incluso al uso de la fuerza para detener el desarrollo nuclear iraní.
En el texto, el ex Canciller resalta la represión a la que está habituado el gobierno persa, que no cuenta con un apreciable equilibrio interno (sobre todo por la desigualdad de géneros).
Hay que ver qué pasará. Hoy, el planeta divaga entre intereses y principios (en desigual medida, obviamente)
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