viernes, febrero 05, 2010

Periodismo y Democracia



Los gobiernos no deben gastar ni un peso nuestro en la propaganda que desparraman por todos los medios de comunicación. La compra de espacios publicitarios en empresas aparentemente independientes las fuerza a exaltar, esconder o callar la conducta de los mandatarios.

Por otra parte, los partidos políticos han sido vaciados de sus propósitos esperables: convocar, proponer, debatir, formar, controlar. En ese vaciamiento actuaron los grandes grupos económicos a través de su propiedad de emisoras y diarios y de la corrupción a que han llevado a periodistas y funcionarios.

En el afán de recuperar y consolidar la democracia, creemos que el manejo de la información tiene que ser organizado definidamente. Debemos crear dos vertientes para el manejo de la actualidad: el oficial y el de la oposición radio, TV e Internet y gráfica en difusión abierta.

Esos organismos cubrirían exclusivamente la emisión del material noticioso de esencia política y electoral. Toda otra materia explotable hoy en los medios, ya sea deportiva, cultural, científico técnica, lo será a través del resto de emisoras y prensa gráfica diseminada en el País, estructuradas comercialmente..

Ambas vías se financiarán con recursos públicos del Presupuesto.

Podría tener como base lo que hoy es Canal 7, Radio Nacional y un diario. Se proporcionarían señales alternativas a cada medio citado, aprovechando la estructura física actual de esas empresas y agregando imprenta para ambos diarios. Es decir, en una misma sede radial o televisiva tendrían lugar el oficialismo y la oposición. Deberán respetarse espacios para los voceros provinciales y municipales abarcando expresiones ejecutivas y legislativas.

La oposición contará con una red de iguales posibilidades geográficas. Será dirigida por una junta de representantes de los partidos nacionales, renovada cada dos años según las proporciones sufragadas. Incluirá voceros del federalismo.

Es obvio que la creación del material conceptual y estético deberá estar a cargo de quienes estén capacitados para originar información útil y atractiva.

Esta división organizativa ayudará a aportar credibilidad a la actividad política. Sólo la información propalada con identificación de su vocero (fundamentalmente, los partidos) y alejada de toda influencia ocultamente interesada permitirá que la ciudadanía comprometida con el desarrollo de la democracia recupere su respeto por las instituciones básicas.