martes, enero 22, 2008

Centenario de Don Ata


La sala cubana Manuel Galich, en homenaje al centenario del nacimiento de Atahualpa Yupanqui, proyectó el documental Un río que no cesa de cantar. Se trata de un tributo a quien fue uno de los pilares de la nueva canción, asidero desde la guitarra y el canto de ideas de amor y fe, referente desde su magisterio también sobre el Movimiento de la Nueva Trova, como se afirma en la Isla.

Allí, nuevamente, surgieron los géneros del auténtico folclore sudamericano, como la vidala y la milonga, la zamba y la chacarera; en los cuales dejó su impronta don Atahualpa, creador de un amplio repertorio autoral, con más de trescientas canciones, y varios libros también en los que se reunieron sus obras.

Muchas, hoy son verdaderos clásicos, como "Los ejes de mi carreta", las "Coplas del payador perseguido" y "Los hermanos": surtidores de su sensibilidad, composiciones que vencieron el tiempo y la finitud humana, para instalarse en el imaginario popular y entonarse en los más diversos escenarios y por los más plurales auditorios del mundo.

El centenario de Don Atahualpa Yupanqui es evocado por este testimonio fílmico, estrenado en La Habana y en la CASA que tanto se honró con su presencia y solidaridad.

El cantor popular también sufrió destierro y murió fuera de su amada tierra argentina, en Francia, aunque nunca renunciase expresar utopías y sueños. Así lo demuestran las imágenes de estos 49 minutos, porque es la vida la que se apodera del espacio, cuando se habla de un Atahualpa Yupanqui, cuya presencia entre nosotros caló muy hondo, gracias a la magia de la música y de la amistad.

Durante todo este año, desde enero mes de su natalicio, hace ya cien en la provincia de Buenos Aires, su obra y su memoria serán evocados. Este primer encuentro en la Casa de las Américas brindó el privilegio de asistir a un filme de naturaleza autobiográfica, para el que el cantor organizó sus memorias y vivencias, trabajando varios años con sus jóvenes realizadores para entregarnos al hombre de pueblo que nació con el nombre de Héctor Roberto Chavero Aramburu.

Cuba, como toda la América latina, recuerda a Don Atahualpa, más vital que nunca. Desde las secuencias del documental, el mismo payador retorna para entonar versos al compás de las cuerdas. Con él nos reencontramos gracias a la productora Macondo Conciertos, de Chile.

Como la línea del horizonte, desde su emotividad, la memoria ocupa el flujo temporal, en este mediometraje dirigido por José Montes Baguer, en el que también participaron otros trovadores de nuestra América. Testimonian Silvio Rodríguez, León Gieco, Vicente Feliú, Pablo Guayasamín, César Isella y Patricio Manns.

Un río que no cesa de cantar tiene el valor añadido de la música y guión del propio Atahualpa Yupanqui, y engrosará los fondos del archivo audiovisual de la Casa, institución que ha sido, más que escenario, el hogar de los cantores de nuestro hemisferio.