Lo más importante del caso López es que gente que debía ser atemorizada por la acción de los grupos remanentes del terrorismo de Estado no fue intimidada. Así lo certificaron la primera marcha de 3.000 personas bajo una lluvia torrencial en La Plata y la multitudinaria demostración en Plaza de Mayo, el miércoles 27, convocada por Memoria, Verdad y Justicia. Actividades similares hubo en Rosario, Córdoba, Salta y otras ciudades, porque este caso ha herido al país.
Tampoco retrocedieron los jueces del tribunal platense que al condenar al genocida Miguel Etchecolatz pusieron, sin quererlo, en marcha el mecanismo del apriete. Ellos, en la persona de su titular Carlos Rozanski, recibieron las primeras amenazas de un fascismo vernáculo que acuñó el sello de "Tercer Congreso Internacional de Víctimas del Terrorismo".
La supuesta organización es la misma que hizo llegar amenazas a jueces federales y fiscales de Capital Federal, Resistencia, Salta, Bahía Blanca, Catamarca, Mendoza y otras ciudades donde están en marcha preparativos para juzgar a los responsables de crímenes de lesa humanidad.
El gobierno nacional y bonaerense, si bien pueden ser acusados perfectamente -y de hecho lo fueron por parte de los organismos de derechos humanos- de no haber depurado oportunamente las fuerzas policiales y de seguridad, parecen haber reaccionado. Como lo político es lo más importante, habría que tomar nota de los dos discursos de Néstor Kirchner, uno en Misiones y otro en la Casa Rosada, donde acusó al bando genocida de actuar en el caso López para que no se sepa la verdad y llamó la atención sobre que "el pasado no está vencido".
Mejor que las palabras son las acciones y en ese sentido hay que apreciar que Felipe Solá dio de baja a medio centenar de policías que habían revistado en campos de exterminio y que, aunque parezca increíble, aún estaban en la institución. La búsqueda del testigo desaparecido es afanosa, aunque tardía. No sólo los especialistas saben que las primeras horas de un delito como el secuestro son fundamentales para reaccionar y poder salvar la vida en peligro. Y en este caso se dilapidaron, dando pábulo a hipótesis como que López se podía haber escondido o suicidado.
El procurador general Esteban Righi ordenó la confección del listado de testigos de los juicios por los delitos mencionados, para brindarles protección, en línea con lo pedido también por la Corte Suprema de Justicia. Más vale tarde que nunca.
En ese panorama de búsqueda del desaparecido número 30.001 lo único que contrastó en forma horrible fue la señora Hebe de Bonafini, que enlodó a la víctima, sugirió que había que investigarlo y deslizó que podía haberse prestado a una maniobra para "tirarle un muerto a Kirchner". Los organismos de derechos humanos hicieron cola para retrucarle y hasta el gobierno, por medio de la titular del Inadi, aclaró que los dichos de Bonafini no representaban la opinión del presidente.
Los números están
Domingo Cavallo inauguró la costumbre de presentar en fecha el presupuesto del año en setiembre del ejercicio anterior. Que los números contenidos en las gruesas carpetas hayan sido para beneficio de la gente, eso ya se sabe que no.
Felisa Miceli cumplió con esa rutina, presentándose sonriente como de costumbre y portando pilas de ejemplares del mamotreto del Presupuesto 2007 en Diputados. Tenía a sus costados a Alberto Balestrini y Agustín Rossi, que defenderán el proyecto con uñas y dientes.
Los números lucieron redonditos porque se prevé una inflación de sólo el 7 por ciento, un crecimiento del producto del 4 y un incremento del gasto público del 15, con respaldo en ingresos suficientes. Aunque el superávit fiscal primario descenderá levemente respecto al actual, sigue siendo abultado como para que el gobierno pueda disponer de algunos miles de millones de pesos para reforzar sus chances electorales y, al mismo tiempo, seguir pagando deuda pública.
Como ocurrió con proyectos similares, la oposición reclama que el superávit está calculado a la baja lo mismo que el aumento del PBI, para que el Ejecutivo disponga unilateralmente de la diferencia real. Algunos representantes de la bancada radical anticiparon que votarán en contra por considerar que hay por lo menos 15.000 millones de pesos no registrados en el cálculo oficial.
La jefa del Palacio de Hacienda declaró que en la medida que ese superávit se haga más ancho, se destinarán más recursos a mejorar la seguridad social en línea con lo pedido por la Corte Suprema, y a aumentar partidas para educación, ciencia y tecnología.
Eso habrá que verlo. Lo que sí quedó plasmado es que habrá una ampliación de los pagos de la deuda pública, pues de los 12.708 millones de pesos asignados este año se pasará a los 14.133 millones en 2007. La suma no será un tope pues está previsto aumentar los pagos luego que se negocie la deuda pendiente con los países centrales agrupados en el Club de París.
Un ejemplo de que el discurso oficial no satisface al campo popular, lo dio la reflexión de Eduardo Buzzi, al inaugurar el 94§ Congreso de la Federación Agraria Argentina. El representante de los chacareros (productores medianos y pequeños), se quejó allí de la preferencia del gobierno por sectores oligárquicos. "Así como en la época de Carlos Menem la cara del campo era el titular de la SRA Enrique Crotto, pareciera que hoy Miceli y el Gobierno definieron en los pooles y fondos de inversión a los nuevos sujetos agropecuarios de esta etapa, a la vez que no existe voluntad de modificar la estructura latifundiaria existente", expresó Buzzi. Felisa, touché.
El pasado vuelve
Frente a los cuestionamientos que recibe de diversos sectores, el presidente apela a menudo al archivo para descalificarlos.
Como la Iglesia viene dándole duro por su apoyo a la reelección indefinida armada en Misiones por el gobernador Carlos Rovira, Kirchner fue esta semana a apuntalarlo. Allí embistió directamente contra la Iglesia que nutre con varios candidatos la lista de la oposición, incluyendo al obispo Jesús Piña. El patagónico se preguntó por qué los obispos no pusieron "equilibrio" durante la dictadura, cuando desaparecía gente.
En vez de poner paños tibios a la situación, el obispo de Posadas elevó la apuesta, deslizando que el presidente no tenía currículum de sufrimientos durante la dictadura para hablar de ese período. En rigor, nadie había hablado de mutilaciones propias sino de un período terrible para el país, cuando la cúpula del Episcopado y varios obispos actuales fueron cómplices de lo sucedido.
En otra ocasión el jefe de Estado sacó a relucir el tiempo ido para contragolpear al FMI, economistas neoliberales y periodistas críticos que hacen de voceros del establisment. La revisión del mandatario apuntó a Joaquín Morales Solá, a quien le enrostró una nota publicada en Clarín en junio de 1978 elogiando particularmente al genocida Jorge Rafael Videla por un discurso "que siguió la línea conciliadora y pacifista habitual en el mandatario".
Puede que Kirchner haya fulminado con ese archivo al periodista porque en yunta con Juan Carlos Blumberg criticó lo actuado por el gobierno en materia de nula protección a testigos. O más posiblemente, fue por haber destapado en "La Nación" en agosto último, un proyecto oficialista de reformar la Constitución. La existencia o no de ese libreto generó polémicas donde se prendieron Mauricio Macri y Roberto Lavagna. Incluso hubo declaraciones contrapuestas de los dos ministros apellidados Fernández: Alberto admitiendo la hipótesis y Aníbal diciendo que "nunca se habló".
Al final tuvo que salir el propio interesado asegurando que "bajo ningún aspecto vamos a reformar la Constitución", lo que dejaría tal misión en manos de quien esté en Balcarce 50 en el próximo período.
A veces es el presidente quien revuelve el pasado con la intencionalidad política de mostrarse como lo nuevo y diferente. Otras es la justicia quien destapa algunas ollas podridas y hace blanco en algunos personajes, como ocurrió con Fernando de la Rúa y Domingo Cavallo, procesados por la causa del megacanje de 2001.
El juez Jorge Ballestero los acusó de defraudación al Estado con esa operación que engordó la deuda externa en más de 55.000 millones de dólares y benefició a los bancos intervinientes con una comisión de 150 millones de la misma moneda.
De la Rúa se quejó de que el poder hace política por medio de la lapicera del juez y Cavallo ironizó con que había tenido razón al hablar de los magistrados de la servilleta. En rigor han tenido suerte de que Tribunales no los citara antes a un juicio que puede llevarlos a una condena de 2 a 6 años.
Ese ex presidente y ese ex ministro son parte del pasado. En este momento lo peor de ese tiempo pretérito es el grupo de tareas que desapareció a López y marcó un antes y un después en democracia. Identificarlo, detenerlo y juzgarlo, es el tema más importante de estos días.