sábado, agosto 19, 2006

Justicia K

Visto los sucesos acontecidos por Caperucita en el bosque relatados por generaciones a los niños de nuestro país y considerando: 1) Que Caperucita no desconocía que podía encontrarse con el Lobo.
2) Que tampoco era ajena al hambre del Lobo, ni a los peligros del bosque.
3) Que si le hubiera ofrecido la cesta de la merienda para que el Lobo calme su hambre, no habrían ocurrido los sucesos referidos más arriba.
4) Que el Lobo no ataca a Caperucita de inmediato, y que hay evidencias que primero conversa con ella.
5) Que es Caperucita quien le da pistas al Lobo y le señala el camino de la casa de la abuelita.
6) Que la anciana es inimputable ya que confunde a su nieta con el Lobo.
7) Que cuando Caperucita llega y el Lobo está en la cama con la ropa de la abuela, Caperucita no se alarma.
8) Que el hecho de que Caperucita confunda al Lobo con la abuelita demuestra lo poco que iba a visitarla, hecho que tipificaría un abandono de persona por parte de la joven Caperucita.
9) Que el Lobo, con preguntas simples y directas, quiere desesperadamente alertar a Caperucita sobre su posible conducta.
10) Que cuando el Lobo, que ya no sabe qué más hacer para alertarla, se come a Caperucita, es porque ya no le quedaba otra solución.
11) Que el Lobo ataca, pero tal hecho corresponde a su propia naturaleza y a su instinto natural y animal, exacerbados por la conducta de la susodicha Caperucita
12) Que párrafo aparte para la madre de Caperucita, quien exhibe culpabilidad por no acompañar a su hija.

Por todo lo antes dicho, se revoca el fallo de Cámara, absolviéndose al Señor Lobo y se dispone además: a) Declarar la culpabilidad de Caperucita y su madre por abandono de la abuela.
b) Declarar a la madre de Caperucita por abandono de hija y enviarla al Zoológico local para conocer acabadamente la naturaleza y el instinto animal y los riesgos de la selva, haciendo trabajo social en el mismo lugar por el término de 3 años.
c) Aclarase asimismo en el presente fallo que este proceso no afecta el buen nombre y honor del Señor Lobo.
d) Los costos y honorarios judiciales de este juicio serán responsabilidad de Caperucita y su familia, dejando constancia que al cazador que “operó” al Sr. Lobo para rescatar a la abuelita y a Caperucita de sus entrañas se le iniciarán acciones de demanda por mala praxis y usurpación de títulos.
Publíquese, archívese, y téngase por firme el presente fallo.