viernes, junio 02, 2006

Triunfo de la ética en Chile

Recientemente, el Tribunal de Ética y Disciplina del Consejo Metropolitano del Colegio de Periodistas de Chile confirmó la condena contra los ex-directores de los diarios «El Mercurio», «La Segunda», «Las Ultimas Noticias» y «La Tercera» y de una periodista por falta de ética y no cumplimiento del deber de «presentar la verdad a los ciudadanos» .

En efecto, estos periódicos, por medio de montajes, intentaron hacer creer a la opinión publica (así como a las propias familias de desaparecidos), tanto en Chile como en el plano internacional, que los secuestros de personas en Chile, ocurridas bajo el régimen de Pinochet, no eran más que una acusación ideológica. Los artículos de los periódicos de la época, cuyas primeras páginas se delectaron injuriando a las víctimas, son de un cinismo difícilmente igualado.

Los cinco periodistas condenados son un ex-director de La Ultimas Noticias, otro ex-director de La Tercera, y un ex-director de El Mercurio, otro ex-director de La Segunda y una ex periodista.

Los inculpados fueron condenados por violación de la carta de Ética Periodística que prevé en particular, entre otras normas, que constituyen «faltas extremas a la ética profesional la participación a la violación de los derechos humanos y la desinformación premeditada» tanto como los «ataques injustificados a la dignidad, al honor o al prestigio de las personas, instituciones o grupos». Las penas inflingidas a los condenados, además de la sanción moral, son suspensiones temporales de sus calidades de miembros del Colegio.

El Mercurio, La Segunda y las Ultimas Noticias pertenecen al Consorcio de «El Mercurio», grupo ampliamente financiado por la CIA desde comienzos de los años 70. En 1975, la Comisión Church del Senado norteamericano, en su informe «Acciones secretas en Chile 1963-1973», revela que El Mercurio había recibido abundante financiamiento de la CIA quien lo identificaba «como la voz más importante de propaganda anti-allendista». A fines de la presidencia de Bill Clinton, miles de documentos de la CIA y de la Casa Blanca desclasificados prueban, con más detalles, que el Presidente Nixon aprobó esta ayuda financiera, que esta publicación era reconocida como «uno de los elementos de la oposición mas militantes» en la desestabilización del gobierno de Allende y, que después del golpe de Estado, la CIA continuó el financiamiento de periódicos a fin de influenciar la opinión pública en favor del régimen de Pinochet.

No es imposible que estos periódicos hayan beneficiado de la generosidad de la CIA al momento de la publicación de los artículos incriminados. Recordemos de esta operación periodística, cuyo nombre de código era Colombo, sirvió para cubrir la desaparición de 119 personas incluidos 5 periodistas. En total el régimen de Pinochet mató o hizo desaparecer 23 periodistas, 20 personas ligadas a la profesión (fotógrafos, camarógrafos, técnicos de radio o televisión, etc.), 10 estudiantes de periodismo y 28 trabajadores relacionados con oficios gráficos.

Las revelaciones de la Comisión Church del Senado norteamericano en relación a Chile tal vez no sean ajenas a la creación de una organización de substitución, mas presentable que la CIA, con el objetivo de financiar la promoción de la política norteamericana y sus intereses en el mundo. Es verdad que la creación de la National Endowment for Democracy (NED) fue recomendada ya por la administración Johnson. La NED fue finalmente creada en 1980 con el fin de rendir menos sospechoso el financiamiento de actividades (partidos políticos, periodistas, etc.), en el extranjero anteriormente oculto.

La ONG Reporteros sin Fronteras (RSF) se enorgullece de ayudar financieramente los «periodistas» cubanos «independientes» que se oponen al gobierno. Néstor Baguer, periodista cubano y primer corresponsal de RSF en la isla, declaró que esta asociación pagaba sus colaboradores según sus contribuciones donde lo esencial era desacreditar el gobierno cubano, afín de desestabilizarlo, incluso por medio de mentiras o de desinformaciones.

Reporteros sin Fronteras es una ONG financiada por la NED. Aunque los proveedores de fondos hayan sido camuflados por un organismo de pantalla, el objetivo de su contribución financiera es la promoción de los intereses norteamericanos en el mundo. La acción de la CIA con el objeto de desestabilizar los gobiernos cuya política independiente no son del agrado de la Casa Blanca, tal como el Chile de Allende en 1973, es hoy día efectuada por la NED. Así, RSF, tal como Washington, se felicitó del golpe de Estado contra Chávez en abril de 2002 en Venezuela y del rapto del Presidente constitucional de Haití, realizado por las fuerzas armadas de USA y de Francia.

EL Presidente de RSF, Ménard, finge ignorar el desprecio de los códigos deontológicos desplegado por la prensa chilena –financiada por la CIA -, durante y después del golpe de Estado de 1973. En efecto, con ocasión del forum Internet del Nouvel Observateur el 18 de abril de 2005, el señor Ménard eludió la respuesta a nuestra pregunta con respecto a la ausencia de ética de periodistas chilenos, como el propietario de diario El Mercurio, el señor Agustin Edward, implicados en la organización del golpe de Estado.

¿Acaso el señor Ménard no responde a esta pregunta para no cuestionar el mecanismo de financiamiento de estos periodistas que, a la imagen de aquellos de Chile, han abandonado todo código deontológico y ético aceptando ayuda con el fin de promover la política norteamericana en Cuba?

¿Acaso el señor Ménard puede hacer hoy un comentario después de la condena en Chile, por sus iguales, de periodistas que han extraviado su código de conducta y que eran aparentemente pagados por organizaciones extranjeras?

¿Puede ser que el señor Ménard no responda porque la «pérdida» de algunos periodistas, como en Chile en 1973 o en Irak recientemente, es el precio a pagar para restablecer la «democracia» al gusto de los prestamistas norteamericanos?

¿El señor Ménard cree que un periodista que ha aceptado dinero de una potencia extranjera a fín de desinformar la opinión publica nacional e internacional en relación a su propio país, puede recobrar la ética en el futuro ejercicio de sus funciones?

Es necesario que el señor Ménard recuerde que periodistas honestos, como los del Tribunal de Ética de Chile, existen también en Cuba, en Venezuela y en Haití y que ellos lo observan.

La ilustración pertenece al prestigioso artista croata Jadran Boban: "Espiando".