viernes, enero 11, 2013

Éstas son las últimas notas que quise mostrar en Facebook. Quedan a consideración.


JUECES EN CRISIS
La crisis del sistema de justicia es consecuencia del proceso de concentración que enferma al mundo. Es muy difícil despegar a los jueces y subalternos de las presiones de los hacedores de la economía y el poder. Sobre todo en un contexto País.



Una alternativa será operar con tribunales internacionales, más alejados de los caprichos y reclamos propios de un encuadre nacional. Estaríamos ante otra buena razón para consolidar el Mercosur (o la Unasur).
Los juzgamientos supranacionales resolverían más dignamente aquellas situaciones como las condenas a muerte decididas por funcionarios que, como en los EEUUA, alcanzan apenas a cuatro años de actuación.


LOS QUE SE OPONEN
Es cierto que las caras de los que se oponen son siempre las mismas: Lanusse, Garrido, Carrió, Moner Sanz, Bullrich... Ante las quejas de que no aparecen otros en un momento tan crítico vale pensar que es consecuencia del manejo interesado de los medios (privados y gubernamentales): eligen a los que mejor ranquean en el presente.
Si los partidos tuvieran sus propias vías de expresión (aún sin ser de propiedad absoluta) facilitarían el conocer alternativas y dar oportunidad de expresarse a mucha más gente entusiasmada por actuar.
Es lastimoso el papel de la dirigencia. Es como si estuvieran afanosos por salvar sus ventajas particulares antes que cumplir con los objetivos de nobleza y dignidad que impone la Patria.


PRESIDENCIALISMO
Hace 20 años, la reforma constitucional procuró dar más prestigio a la primera magistratura para consagrar a la presidencia como jefatura de Estado y representación del todo social- Estableció la jefatura de gabinete como fusible del sistema.
Una década después, en este proceso de degradación de la Democracia, desde la titularidad del ejecutivo nacional se lucha por encontrar continuamente motivos para la división y el enfrentamiento. Esto desacredita cualquier mérito que quiera arrogarse el gobierno de los K.