miércoles, septiembre 12, 2012

Contra el voto obligatorio

Felicitemos a quienes buscan y exponen argumentos en pro y contra del afán de hacer votar a los adolescentes mayores de 16.
Se escucha el reclamar plenitud de obligaciones a quienes se otorgaría el derecho a elegir. Por otra parte, si van a poder votar, ¿por qué no permitir a la vez que sean elegidos (como con los mayores)?
Que es una manobria para incorporar a los instruídos por La Cámpora en las urnas; que en otros países ya se viene practicando, etcétera, etcétera.
Lo que la polvareda no deja mirar es que hay una cuestión de fondo que alguna vez deberá ser atendida. Es que: ¿en qué; cómo...se justifica la obligatoriedad del sufragio en nuestra democracia?


¿Cuál es la razón que lleva al deber de elegir a quienes no tienen interés o voluntad de hacerlo? ¿Qué clase de democracia exige conductas por encima de la legítima libertad de escoger?
Es notorio que las prohibiciones, lo que se restringe o impide lleva a la corrupción. El ilegalizar el consumo de drogas sostiene el execrable aparato delicuencial que crece ante esa oportunidad.
La debilidad de las democracias se manifiesta en los impedimentos sociales. Y no hay recurso público capaz de corregir a los mafiosos. Los dineros oscuros lo alcanzan todo.
Es de esperar que llegue el tiempo de la madurez con el que alguna vez nos pongamos a debatir las formas genuinas de construir una sociedad estable y justa.