Cuando el tema Malvinas llegaba recientemente a un punto crítico, el Ministerio de Defensa reconoció (según expresaron diversos personajes públicamente) que tenemos municiones para dos horas de enfrentamiento.
¿Cómo se explica entones que un tercio, por lo menos, del gasto público se dedique (por decirlo respetuosamente) a las fuerzas armadas (por nosotros).
Ejército, fuerza aérea, marina, gendarmería, prefectura, policías provinciales y nacionales (todos, con sus servicios secretos y no secretos) resumen un intríngulis que sólo podría resolverse en la medida que la unidad de los países de la UnaSur o del Mercosur nos avengamos a encarar la cuestión globalmente.
No es tan disparatado: Costa Rica no tiene militares desde la segunda mitad del siglo pasado, por ejemplo.
Habría que asumir autonomía ante los caprichos imperiales y resolver algo que se fagocita valiosos recursos, negados al auténtico progreso social.