domingo, septiembre 24, 2006

En la mente de Terragno


Su condición de funcionario de los gobiernos de Raúl Alfonsín y Fernando de la Rúa no logró opacar la imagen de intelectual reflexivo que cultivó desde que se inició en la vida política.
Primeramente, como militante desarrollista, luego como director de la revista Cuestionario, desde donde apoyó críticamente a la Tendencia Revolucionaria del Peronismo y, tras el exilio en Venezuela y la posterior profundización en temas de derecho y economía (en Inglaterra) en las filas del radicalismo, al que se afilió tras la recuperación de la democracia.
Consultado acerca de la profunda crisis por la que atraviesa la UCR, Rodolfo Terragno se muestra molesto por lo que considera casi un lugar común y dispara: “El periodismo le da más importancia a la fuga de dirigentes que a la fuga de votantes. Yo, por el contrario, estoy preocupado por recuperar los votos de aquellos que en 2003 emigraron transitoriamente”. En lo que hace a la relación que Roberto Lavagna mantiene con algunos sectores del radicalismo, sostiene diplomáticamente: “Siempre y cuando se discuta sobre ideas me parece bien todo diálogo político”, aunque admite que le produce irritación que se barajen candidaturas sin analizar previamente cuál es el proyecto a defender. “Ese fue el error de la Alianza en 1999. Parecía que lo importante era optar entre De la Rúa y Graciela Fernández Meijide, cuando lo verdaderamente relevante era decidir cómo se salía ordenadamente de la convertibilidad.
Por no entenderlo así, a los dos años ya no había más gobierno de la Alianza y la gente gritaba en la calle ‘que se vayan todos’”, añade.
En su opinión, quien pretenda ser presidente debe responder dos preguntas esenciales: ¿Cómo se mantiene un tipo de cambio competitivo sin provocar inflación? ¿Cómo se redistribuye el ingreso sin desalentar la inversión? Y remata: “Por ahora no veo que nadie esté discutiendo esto. No lo discute el Gobierno, no lo discute la oposición, no lo discute el periodismo”.
En declaraciones a Radio Nacional, dijo que, a su juicio, “la gira del Presidente Kirchner a Estados Unidos ha marcado un cambio en la política exterior".
Hasta ahora, el gobierno argentino, aunque en la práctica estuviera lejos de ser un enemigo de los Estados Unidos, realizaba ademanes de rebeldía. Ahora, no sólo el Presidente fue a tocar la campanita en la Bolsa de Nueva York, sino que dio claras muestras de su intención de seducir a sectores muy conservadores de Norteamérica”.
Terragno señaló tres “pruebas” del cambio de política exterior que cree observar:
1. “En la reciente reunión del Movimiento de No Alineados, celebrada en La Habana, no sólo se notó la ausencia del Presidente Kirchner. Tampoco estuvo el canciller Taiana, ni miembro alguno del gabinete nacional. Mientras que la representación de Venezuela la ejerció el Presidente Hugo Chávez, por la Argentina fue el diputado Miguel Bonasso, que asistió más en nombre de sus propias convicciones que como enviado de Kirchner. Es claro que el Presidente trató de bajarle el perfil a nuestra presencia en esa reunión”.
2. “Mientras Kirchner estaba en Nueva York, se desarrolló allí la reunión de Global Initiative, dirigida por el ex Presidente demócrata Bill Clinton, representante de los sectores norteamericanos más progresistas. En esa reunión, Clinton discutió con el brasileño Fernando Henriquez Cardozo sobre inclusión social. A diferencia de la Presidente chilena Michelle Bachelet, que participó en una recepción de Global Initiative, Kirchner mantuvo distancias con este sector”.
3. “La gira del Presidente fue organizada por el Council of the Americas, cuyo presidente, William Rhodes, viajó expresamente desde Singapur para reunirse con Kirchner. No se puede olvidar que Rhodes, uno de los máximos exponentes del Consenso de Washington, presidió el Comité de Acreedores de la Argentina, fue condecorado por Menem con la Orden de Mayo e instrumentó el megacanje. Es un banquero ultraconservador que simboliza la política de los 90”.

sábado, septiembre 16, 2006

(¿Buenos?) Malos Aires para la Salud

Si la Constitución garantiza la atención de la salud como un derecho y el sistema público asegura la gratuidad, ¿por qué una ley para aquellos que “no tienen recursos”?
El interrogante lo plantea el Foro de Salud de Avellaneda y está referido a la ley 13.413 de Seguro Público de Salud (SPS) de la provincia de Buenos Aires, que en su artículo 1° se define como “un medio de aseguramiento” para quienes “no cuenten con los recursos para afrontar los costos de su atención individual y familiar”.
El Foro, que considera a la norma como una herramienta más del proceso de tercerización y precarización previo a la privatización, remarca además el contenido del artículo 5 de la norma cuestionada. Allí se establece que el financiamiento provendrá de los fondos que fije el presupuesto, de lo cual se deduce que una parte del monto asignado a la salud pública, que podría utilizarse para su mejoramiento, engrosará las arcas de los prestadores privados.
En tanto, la agrupación Víctor Choque de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) denunció un desolador panorama en populosos distritos del conurbano bonaerense. En el Hospital Víctor Mercante de José C. Paz, pese a las promesas del viceministro de Salud, no ha habido nombramientos de médicos, enfermeros y camilleros, lo que determinó el cierre de los sectores de pediatría y guardia y el no funcionamiento de un tomógrafo recientemente instalado. La sobrecarga que esta circunstancia produjo en los demás establecimientos de la región –a lo que se sumó el brote de enfermedades infantiles respiratorias- ha puesto al sistema al borde del colapso.
Por su parte, los trabajadores autoconvocados del Hospital Mariano y Luciano de la Vega, de Moreno, se han movilizado para impedir lo que definen como “el desmantelamiento” de esa y otras unidades sanitarias de la zona.Las cosas no están mejor en el Sur.
La Asociación de Profesionales de la Salud de Lomas de Zamora ha planteado ante las autoridades del área de ese municipio las crecientes dificultades que se registran a partir de las renuncias de jefes de servicio y coordinadores de áreas debido a los bajos salarios y las pésimas condiciones de trabajo. Si la situación laboral del personal efectivo es muy mala, peor aún es lo que sucede con aquellos que revistan en la planta temporaria –el 40% del total– que no ha recibido suma alguna para recomponer sus misérrimas remuneraciones.
Por caso, en el Hospital Materno Infantil Oscar Alende no hay pediatras de guardia dos días a la semana y se han sucedido 11 directores en los últimos ocho años. Mientras en 1998 eran nueve los que atendían en consultorios externos hoy lo hacen solo tres, con el agravante de que existe una mayor demanda de internación motivada por el incremento de los casos de bronquiolitis, epidemia que el año pasado causó la muerte de 170 chicos.

domingo, septiembre 10, 2006

DARNOS CUENTA

Ella quiere un segundo auto para retirar al hijo del Jardín.
José se desvive por repetir el viaje a Europa del 96. Su amiga también sabe que salvar sus ahorros en dólares es resguardarse de las devaluaciones.
Estas son todas decisiones comprensibles, razonables.
Esta gente, nosotros, estamos sumergidos en una forma de producir y consumir en la que cada uno elige qué hacer con lo que sobra. Y en un mundo en que casi todos hacen lo mismo.
Claro que antes de cualquier disfrute, José, ella y la otra mujer están convencidos que lo mejor podría ser gastar en todo lo que te pueda proporcionar seguridad. Desde una alarma…hasta un arma.
Es que todos entendemos que para poder decidir felizmente necesitamos un ambiente social seguro. Tranquilo.
Por nosotros, nuestros familiares, la gente.
¿Cómo podrán conciliarse la armonía colectiva y el goce personal? La respuesta probablemente surja cuando comprendamos que nuestra suerte depende del resultado social.
Cuando un sistema conduce irremediable y fatalmente a la concentración de la riqueza, las metas de felicidad se vuelven más inaccesibles.
Mientras los pocos, cada vez más fuertes, recurren al engaño buscando mostrar que las acciones personales promueven la armonía social (consumiendo, obedeciendo, callando) nos sumergimos más y más en la inseguridad.
Deberíamos ser lo suficientemente maduros para organizar una sociedad en la que los que mandan legítimamente actúen orientando decisiones hacia objetivos globales.
Un segundo coche puede significar un uso de ahorros que se agotan en una compra que beneficia principalmente a fabricantes foráneos. Los ahorros se fugan.
El turismo en el exterior es básicamente derivar ahorros hacia arcas extranjeras.
Esos recursos escapan de nuestra economía y se resignan posibilidades de reproducir. De recrear bienes y trabajo.
Esta democracia cada día más débil que los argentinos no podemos sostener reclama un cambio de concepto. Hace urgente el darse cuenta que no habrá gloria individual si no protegemos la sociedad que integramos.
El gobierno debería estimular la asignación de los ahorros hacia destinos fuertemente productivos. Esencialmente hacia el aparato educativo (que ayude a darse cuenta, ya sea en la escuela, en la TV o en las artes), el sanitario (mejorando hospitales públicos) y al desenvolvimiento de la justicia.
Mentes brillantes como las de J.K. Galbraith (en la foto, en los '60) o el Nobel James McGill Buchanan han sabido enseñar en los encuentros internacionales del humanismo económico que los impuestos se inventaron para que el Estado redirija recursos en vistas del bien social.
Lamentablemente, somos testigos (aun, inconcientes) de las desviaciones antidemocráticas que el poder monopólico surca en nuestro presente y futuro. Los más fuertes nos engañan mostrando irrealidades. Pero no pueden contener la degradación de sociedades que sólo podrán controlar con más detestable represión.
Intelectuales y artistas (si es que es justo separarlos) enseñan los que los medios masivos procuran corromper. El gran trabajo político será impulsar el darse cuenta.
No nos demoremos más.

Autor: Julio Raitzin

martes, septiembre 05, 2006