sábado, octubre 10, 2009

Salió la nueva ley


La ley de medios espera la publicación en el Boletín Oficial. Aprobada por el Congreso, marca un nuevo hito del estilo dominante. La ley se encadena a un nuevo enfrentamiento en el Ejecutivo nacional, sus apoyos, y la otra mitad del País.
Es lo que más duele. Siempre habrá intereses en contra cuando se tocan temas económicos. En esta situación, grupos consolidados en la propiedad de factores de prensa lucharon contra el proyecto empujado por los K. Perdieron.
Mas el mayor castigo es el retroceso democrático dado en la disputa al máximo nivel social. Los K impulsaron la contienda contra los monopolios del periodismo. Hicieron saber que juzgan a esas concentraciones como las más peligrosas. No importa todo el resto del festival monopolístico gozado entre entes privados y públicos. No se afirmó la vocación de democracia haciendo ver que la Sociedad debe estar atenta y guarecida de los caprichos monopólicos. El presunto riesgo de desviación de la conciencia argentina estaba en los diarios, radioemisoras y canales regenteados por grandes grupos financieros.
Puede que se dé un paso adelante. Habrá que ver cómo se desenvuelve el gobierno, cargado de nuevas responsabilidades en la materia. Sobre todo, el Comité Federal de Radiodifusión (cuyo único papel trascendente en el presente semisiglo ha sido impulsar la ley de marras).
En rotundo contraste, no deja de ser una prueba del descuido con el que se manejó el oficialismo la forma en que los gobernantes se apropiaron de las transmisiones de fútbol profesional y abarrotan los espacios con propaganda gubernamental.
Por más que sea público: ¿eso no es otro juego monopólico?
Además, se resolvió destinar un mínimo de seiscientos millones de nuestros pesos (los que toma el PEN con su rabiosa estrategia tributaria) para sostener esas emisiones. Otro gesto arrebatador.