domingo, abril 06, 2008

Juntos, unidos triunfarán


El gobierno nacional ve congelarse la pulseada con la gente del agro. Se trata de una nueva instancia en la situación de fuerza.
Ajeno al concepto de democracia, el PEN insistió en enfrentarse con un poderoso sector en lugar de cumplir con su función esencial, cual es la de convocar permanentemente al encuentro. El gobierno es de todos. Está obligado, por el mandato temporal del sufragio, a buscar la conciliación y cumplir con el programa básico por el que fue elegido.
El conflicto desbordó el esquema legal. Estalló en acciones de prepotencia que siempre recaen sobre los débiles.
El poder agrario se opuso al PEN y originó una disputa desgastante. El escenario entusiasma a los foráneos (y a sus socios locales) en la medida que acucia al MERCOSUR (obviamente, a Evo, Bachelet, Correa, Lula, Chávez).
Las entidades rurales lograron unirse en la acción. Ese es un logro trascendente. Son cuatro voces distintas, representativas de ideas e intereses diferentes y que consiguieron una sola posición de lucha. Se reabrió el diálogo.
La cuestión será si esa unidad persiste durante las conversaciones. Si los K logran separarlos, habrán vencido y la urgencia recaudatoria y desigual se impondrá sobre la pretensión colectiva de justicia en el Campo.
Será valioso llenar el futuro con los sueños de Eduardo Buzzi, la voz más profunda de la reacción. Deberá componer una alianza muy complicada en pos de las reformas y ajustes que democraticen la producción agrícola.
Estas semanas próximas dirán si la ligazón de terratenientes y pobres subsiste a la exposición de disparidades a que llevará el encuentro con el debilitado gobierno.