Justamente, hoy, en su cumpleaños, el Alma se le llenaría de tristeza por el desastre del Pacífico. Justamente, hoy, en que su recuerdo se agiganta por haberle tocado ser el Quijote de esta Argentina.
Soñó, luchó, vio consagrarse sus ilusiones humanistas y solidarias al convocar a la mayoría de los argentinos a recuperar el camino a la Democracia.
Hace casi treinta años cimentó su prédica legitimándola en el voto abrumador de quienes clamamos justicia, equidad, paz.
El de hoy sería uno de sus cumpleaños más tristes. La construcción que nació en el 83 parece golpeada por el temido tsunami. Partidos vaciados, federalismo de cartón, clase media arrasada, superpoderes erigidos merced a la corrupción generalizada y un descrédito popular al que pretende disfrazar una excesiva y grosera publicidad oficialista.
Que su Vida y su ejemplo nos sirvan para alzar la insignia de los buenos contra los malos y poder preservar un mañana de dignidad.